
1. Extensión s. X
2. Extensión ss. XVI-XVIII
3. Extensión ss. XIX
4. Extensión mediados del s. XX
La actividad en torno al euskara se acrecienta en este siglo. Tras intensos esfuerzos realizados por diversas instituciones, tanto públicas como privadas, se creó en 1918 la Academia de Lengua Vasca-Euskaltzaindia. Sus estatutos fueron aprobados por las diputaciones en 1919. Este mismo año fueron nombrados los doce académicos que la integraban, con Resurrección Mª de Azkue como presidente. La sede quedó fijada en Bilbao.
Uno de los principales objetivos de Euskaltzaindia fue la fijación de una variedad normativa del euskara, que sirviera de elemento unificador de la lengua, fragmentada en numerosos dialectos. Todos los esfuerzos realizados durante aquellos años quedaron truncados por la guerra civil (1936-1939).
A partir de 1968, Euskaltzaindia vuelve nuevamente a trabajar en la normalización lingüística. Pocos años más tarde se sientan los pilares básicos de lo que se llama euskara batua. Si bien no se ha llegado a la estandarización de esta variedad normativa, es la forma casi exclusiva utilizada en la enseñanza, la administración y los medios de comunicación.
Está basada en los dialectos centrales, guipuzcoano, alto navarro y labortano, y se halla bastante alejada de los dialectos vizcaíno y suletino, y también, en cierta medida, de los dos bajo navarros. Tiene un alto grado de aceptación en la población , que la utiliza siempre, en términos generales, en el nivel escrito.
El euskara sufre durante los años 40-70 un grave retroceso. La mayor parte de Bizkaia, Gipuzkoa y el norte de Navarra son los lugares que han conservado el euskara con mayor intensidad, aunque, también en estos casos, con un alto grado de bilingüismo.
Actualmente, el esfuerzo que se está realizando por conseguir la recuperación del euskara, en la medida en que los programas de política lingüística apoyan dichos procesos, está dando resultados positivos en aquellos territorios que cuentan con apoyo institucional.
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